lunes, 29 de noviembre de 2010

Chaleco antibalas

Es curioso que precisamente ahora, que es un tiempo de volver a mirar hacia delante, caminando hacia mi futuro, sea cual sea, los fantasmas del pasado me acechen en cada rincón de forma inesperada... vienen desde un pasado más lejano de lo previsto, para traerme recuerdos que, de tan buenos y, a menudo, tan olvidados, me parten en dos y me inundan de preguntas que, lamentablemente, ya nunca tendrán respuesta. Tal vez me las estoy haciendo demasiado tarde... tal vez me las hice durante años sin obtener respuesta... tal vez no podían ser respondidas en solitario. Cada uno de esos recuerdos es un balazo que me atraviesa por el mismo centro... un golpe seco y rápido, un dolor agudo... y yo sin chaleco antibalas, qué locura.


2 comentarios:

Guillermo dijo...

Nunca faltarán melodias para tantas letras escritas que te regala la vida. Detras de ellas conviven infinitas historias de amor, breves desengaños, perdurables melancolías, la lista es tan variable como extensa. Y en todas podría uno pasar a la siguiente pista o darle al reply una y otra vez...en todas hay algo hermoso por vivido o por aprendido, oirla u olvidarle, todo dependerá de cuanto de grueso sea ese chaleco...
Esos chalecos se construyen con sonrisas y cada dia te tropiezas con una casi sin darte cuenta...al cabo de que termines de tejerlas, sanarás y no habrá posibilidad de más balazos. Solo quedan las cicatrices y de ellas siempre se sacan lecciones. Una de ellas, que la melodía siempre va junto a la letra,...ni siquiera aún las mas desgarradoras palabras que atraviesen una canción lográn silenciar la belleza del sonido. Compones tu vida cada día.

Midhwen dijo...

Gracias, Guillermo... veremos que hay en la siguiente pista ;)