martes, 23 de diciembre de 2008

Puertas


La vida está llena de puertas. Hace falta valentía, decisión, buen humor, optimismo y una buena dosis de esperanza para ir abriéndolas según las vamos encontrando a nuestro paso. Abrirlas es condición ineludible para seguir avanzando… y eso las puede llegar a convertir en obstáculos ante nuestros ojos. A veces nos cuesta darnos cuenta de que no son más que eso, puertas que hay que atravesar para continuar nuestro camino… sólo continuar. No es un juego… pero tampoco es algo dramático hasta el punto de que debamos consentir que el miedo nos atenace a la hora de elegir por cuál de ellas vamos a pasar. No son más que puertas. Quizá no hay una mejor que otra… sólo son diferentes. Quizá no haya una opción equivocada. Tal vez la clave está en vivir las elecciones de nuestra vida como una aventura... con una cierta curiosidad por lo que encontraremos que sustituya, o al menos contrarreste, el miedo a lo desconocido, a lo incierto del futuro que nos espera tras la puerta elegida… creo que me estoy refiriendo a la ilusión. Pero el peor de los miedos es el que se tiene a perder lo que había tras las puertas desechadas. Ése es el terror que nos puede impedir avanzar… aunque quizá la clave es pensar que no hay una opción equivocada… sólo diferentes vidas posibles.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Dualidades, trialidades, multidades





Ser dos en uno… o más de dos. Ser varios que no se pueden conciliar. Adaptación. Supervivencia. Conversaciones paralelas. Si no digo lo que pienso… para qué escribir. Si no muestro lo que escribo… para qué seguir pensando. Miedo… miedo que da miedo del miedo que da. Y si muestro lo que escribo… y si digo lo que pienso… y todo da la vuelta? Pero todo ha estallado ya, qué más puede ponerse del revés? Y si yo me pongo del revés… volveré a ser una, entera, íntegra, de una pieza? Volveré a reunir todos los átomos que una vez me compusieron, juntándolos poco a poco, tomando forma de nuevo? Se irá la ira? Desaparecerá el miedo. Seré Una.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

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He añadido un par de fotos nuevas a la presentación de diapositivas de Mis Fotos. Lo único que tienen de especial es que son las primeras pruebas que he hecho con la ténica HDR. Aún estoy empezando, pero creo que este sistema tiene muchas posibilidades, así que iré experimentando más, a ver hasta dónde puedo llegar.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Acompáñame a estar solo

Acompáñame a estar solo,
a purgarme los fantasmas,
a meternos en la cama sin tocarnos.
Acompáñame al misterio
de no hacernos compañía,
a dormir sin pretender que pase nada.

Acompáñame a estar solo,
acompáñame al silencio
de charlar sin las palabras,
a saber que estás ahí y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo
de abrazarnos sin contacto,
tú en tu sitio yo en el mío,
como un ángel de la guarda.

Acompáñame a estar solo,
acompáñame a decir sin las palabras
lo bendito que es tenerte
y serte infiel sólo con esta soledad.
Acompáñame a quererte sin decirlo,
a tocarte sin rozar
ni el reflejo de tu piel a contraluz,
a pensar en mí para vivir por ti.
Acompáñame a estar solo.

Acompáñame a estar solo
para calibrar mis miedos,
para envenenar de a poco mis recuerdos,
para quererme un poquito
y así quererte como quiero,
para desintoxicarme del pasado.

Acompáñame a estar solo.
Y si se apagan las luces
y si se enciende el infierno
y si me siento perdido,
sé que tú estarás conmigo
con un beso de rescate.
Acompáñame a estar solo.


(Ricardo Arjona)

lunes, 3 de noviembre de 2008

El elefante encadenado

Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animales. Como a otros – luego lo supe - me llamaba la atención el elefante.Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.Se trataba de un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.El misterio es evidente:¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?.Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a maestros, padres y tíos por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.Hice entonces la pregunta obvia:Si está amaestrado... ¿Por qué lo encadenan?. No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar ni a poner a prueba su fuerza otra vez.Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo... No puedo y nunca podré. Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar. La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO TU CORAZÓN.
Jorge Bucay (Recuentos para Demián)

El verdadero valor del anillo

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.
Jorge Bucay (Recuentos para Demián)

miércoles, 2 de julio de 2008

Aprenderé a nadar

"Josef: He pensado que tú y yo podríamos ir a algún sitio juntos, uno de estos días... hoy... ahora mismo... Ven conmigo, Hanna.
Hanna: No... yo creo que no va a ser posible...
J: ¿Por qué no?
H: Porque si decidiéramos irnos a algún sitio juntos... me da miedo que un día... hoy no, quizás mañana tampoco... un día, de repente, puede que empiece a llorar... y llore tanto que nada ni nadie pueda pararme... y que las lágrimas llenen la habitación... y que me falte el aire y que te arrastre conmigo... y que nos ahoguemos los dos...
J: Aprenderé a nadar, Hanna... te lo juro, aprenderé a nadar".

(La vida secreta de las palabras)

miércoles, 9 de abril de 2008

Magia

"Es el agua,
es el viento,
es resumen de todo lo que siento...
Es la arena,
es el sentimiento,
es la tinta que no borra ni el silencio...
Es el aire de puntillas,
es la calma cogiendo carrerilla,
es el sabor de lo pequeño,
es tocar un sueño...
Es el mapa de un suspiro,
es lo que hay cuando te miro,
es el duende del latido de tu corazon...

Magia es probar a volcar
lo que hay en el fondo de ti.
Magia es verte sonreir...
Magia es probar a saltar sin mirar,
es caer y volver a empezar...

Es el tiempo,
es la hoguera,
es la mano que mece la marea...
Es la tierra,
es la bandera blanca,
es la gota de una lluvia de esperanza...
Es el mundo de puntillas,
es la vida cogiendo carrerilla,
es el sabor de lo pequeño,
es tocar un sueño...
Es el mapa de un suspiro,
es lo que hay cuando te miro,
es el duende del latido de tu corazon...

Magia es probar a volcar
lo que hay en el fondo de ti.
Magia es verte sonreir...
Magia es probar a saltar sin mirar,
es caer y volver a empezar...


Es el mapa de un suspiro,
es lo que hay cuando te miro,
es el duende del latido de tu corazon y el mío...
Es la meta y el camino,
es la suerte y el destino,
es la fuerza del latido de tu corazón...

Magia es probar a volcar
lo que hay en el fondo de ti.
Magia es verte sonreir...
Magia es probar a saltar sin mirar,
es caer y volver a empezar...
"

(Rosana)

domingo, 9 de marzo de 2008

Unicornio

Mi unicornio azul ayer se me perdió,
pastando lo dejé y desapareció.
Cualquier información bien la voy a pagar,
las flores que dejó,
no me han querido hablar.
Mi unicornio azul ayer se me perdió,
no sé si se me fue, no sé si se extravió
y yo no tengo más que un unicornio azul.
Si alguien sabe de él, le ruego información,
cien mil o un millón yo pagaré.
Mi unicornio azul, se me ha perdido ayer,
se fue...
Mi unicornio y yo hicimos amistad
un poco con amor, un poco con verdad,
con su cuerno de añil pescaba una canción,
saberla compartir era su vocación.
Mi unicornio azul ayer se me perdió
y puede parecer acaso una obsesión,
pero no tengo más que un unicornio azul
y aunque tuviera dos, yo solo quiero aquel.
Cualquier información la pagaré,
mi unicornio azul se me ha perdido ayer,
se fue...


(Silvio Rodríguez)

domingo, 2 de marzo de 2008

Miedo que da miedo del miedo que da

"Tienen miedo del amor y no saber amar,
tienen miedo de la sombra y miedo de la luz.
Tienen miedo de pedir y miedo de callar,
miedo que da miedo del miedo que da.

Tienen miedo de subir y miedo de bajar,
tienen miedo de la noche y miedo del azul.
Tienen miedo de escupir y miedo de aguantar,
miedo que da miedo del miedo que da.

El miedo es una sombra que el temor no esquiva,
el miedo es una trampa que atrapó al amor,
el miedo es la palanca que apagó la vida,
el miedo es una grieta que agrandó el dolor.

Tienen miedo de reír y miedo de llorar,

tienen miedo de encontrarse y miedo de no ser,
tienen miedo de decir y miedo de escuchar,
miedo que da miedo del miedo que da.

El miedo es una raya que separa el mundo,

el miedo es una casa donde nadie va,
el miedo es como un lazo que se aprieta en nudo,
el miedo es una fuerza que me impide andar.

Tienen miedo de la soledad,

tienen miedo de la vida y miedo de morir,
tienen miedo de quedarse y miedo de escapar,
miedo que da miedo del miedo que da.

El miedo es una raya que separa el mundo,

el miedo es una casa donde nadie va,
el miedo es como en lazo que se aprieta en nudo,
el miedo es una fuerza que me impide andar.

Tienen miedo de caer y miedo de avanzar,
tienen miedo de amarrar y miedo de romper,
tienen miedo de exigir y miedo de pasar,
miedo que da miedo del miedo que da.

Miedo de mirar el fondo,
miedo de doblar la esquina,
miedo de quedarse en la oscuridad,
miedo de pasar en blanco,
de cruzar la línea.
Miedo de encontrarse solo,
de perder las riendas, la pose y el equilibrio,
miedo de darse por vencido,
miedo de vagar sin rumbo.
Miedo estampado en la cara
o escondido en los sótanos,
miedo circulando en las venas
o en ruta de colisión.
¿El miedo es de dios o es del demonio?
¿Es orden o es confusión?
El miedo es un monstruo,
el miedo domina,
es miedo es la medida de la indecisión.
Miedo de arrugar la frente, miedo de encarar,
miedo de callar la boca, miedo de escuchar,
miedo de poner la zancadilla,
miedo de caer.
Miedo de hacerse a la idea,
miedo de ilusionarse,
miedo de arrepentirse,
miedo de dejar para después,
miedo de amargarse por lo que se hizo,
miedo de perder la vez.
Miedo de salirse de la raya
en el momento definitivo,
miedo de morir en la playa
después de beberse el mar...
... miedo que da miedo del miedo que da".

Pedro Guerra

El nudo

¿Cómo consigo deshacer el nudo que me aprieta con fuerza el pecho? Está claro que las valerianas, aunque sea tomadas en cantidades industriales, no sirven... creo que eso significa que el nudo en realidad está en mi cabeza... Vuelve la rutina... ya no tengo excusa, otra vez toca ponerse a pensar... ha vuelto la presión: tienes que decidir, no hay más aplazamientos... el dar unos cuantos pasos hacia atrás, alejarse, tomar distancia y mirar desde otra perspectiva no parece a estas alturas tan mala idea... en realidad, constituye casi un alivio. Aunque hay días en los que el imaginarme estando en otro lugar distinto al que ahora me encuentro me resulta una idea simplemente absurda... marcharme de aquí a otro sitio cualquiera, a una vida más complicada, más dura, más incierta... y hacerlo voluntariamente... no, visto así no parece lo más inteligente que podría hacer. Quedarme un poco más, enterrar bien todo lo que me ha pasado para que no siga molestando e intentarlo de nuevo aún con más fuerza, quizá de otro modo incluso... eso sí parece una idea más razonable, más práctica, más propia de mí tal vez... Pero si es así, por qué entonces tengo la sensación de que si lo hago de esa forma estaré perdiendo un tiempo precioso?... definitivamente, va a costar un poco deshacer este nudo...

miércoles, 27 de febrero de 2008

Del amor y el egoismo

¿Se puede sentir el amor auténtico, el amor que es totalmente entrega, el amor carente de la más mínima brizna de egoismo por alguien más que por tu hijo? Quiero decir... en una pareja... puede darse esa clase de amor perfecto en el que sólo te preocupa el otro, sin importarte tú en absoluto... y viceversa? Me pregunto si es posible sentir por alguien ese amor que cuanto más crece, más libre hace al sujeto amado, más necesita verlo volar tranquilo, feliz y en libertad.
Me miro a mí misma, a mi propia experiencia... y miro también a mi alrededor, a otros seres humanos como yo que viven el amor de muy distintas maneras... y frecuentemente lo que encuentro al final de cada historia es un amor que cuando se va haciendo aparentemente más fuerte, necesita tener cada vez más cerca de sí al ser amado... un amor que quiere "poseer"... aunque lo amado necesite estar en otro lugar para ser feliz... Y me pregunto si esa es la mejor clase de amor a la que se puede aspirar... me pregunto si para poder llenarme de ese amor tan puro deberé esperar a ser una madre...