jueves, 11 de diciembre de 2008

Acompáñame a estar solo

Acompáñame a estar solo,
a purgarme los fantasmas,
a meternos en la cama sin tocarnos.
Acompáñame al misterio
de no hacernos compañía,
a dormir sin pretender que pase nada.

Acompáñame a estar solo,
acompáñame al silencio
de charlar sin las palabras,
a saber que estás ahí y yo a tu lado.
Acompáñame a lo absurdo
de abrazarnos sin contacto,
tú en tu sitio yo en el mío,
como un ángel de la guarda.

Acompáñame a estar solo,
acompáñame a decir sin las palabras
lo bendito que es tenerte
y serte infiel sólo con esta soledad.
Acompáñame a quererte sin decirlo,
a tocarte sin rozar
ni el reflejo de tu piel a contraluz,
a pensar en mí para vivir por ti.
Acompáñame a estar solo.

Acompáñame a estar solo
para calibrar mis miedos,
para envenenar de a poco mis recuerdos,
para quererme un poquito
y así quererte como quiero,
para desintoxicarme del pasado.

Acompáñame a estar solo.
Y si se apagan las luces
y si se enciende el infierno
y si me siento perdido,
sé que tú estarás conmigo
con un beso de rescate.
Acompáñame a estar solo.


(Ricardo Arjona)

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