... pero interesantes. Las mariposas, de repente, aletean en el estómago... qué sensación familiar, pero siempre nueva e imprevista. No importa que mañana vuelva a ser un día simplemente normal... hoy es, sin duda, mi día. Puede que sea fugaz, pero a pesar de eso (o precisamente por eso) lo voy a disfrutar... por si mañana es gris... o marrón. Esos días raros... no pasa nada espectacular, sólo pequeños destellos, pequeños regalos por abrir... ábrelos, ábrelos despacio...
2 comentarios:
vaya vaya...lo raro...es extraordinariamente maravilloso ¡que pena que sean raros!¡ojalá fueran cotidianos y hasta exageradamente constantes! aun así...es bueno aprovecharlos. Fijate. De repente, algo saltó fuera de lo cotidiano en mi correo. Algo "raro". Una entrada de un blog...¡que echaba de menos! :)
Sí, Guille, han sido meses de silencio, pero hoy, me apeteció de nuevo escribir... quizá porque ya me he quitado la "losa" de la cabeza y mis neuronas vuelven a generar pensamientos variados... últimamente han sido monotemáticas, ya sabes, jejeje.
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